Hoy en el aniversario 52 de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios(ANFUP), el Equipo INFOANFUP, viene en saludar a todos nuestros Directivos Nacionales y Provinciales, reconociendo, en este acto, vuestra abnegada lucha y compromiso por nuestros prójimos, así también reconocer en Uds., el legado de nuestro histórico fundador Don Milenko Mihovilovic Eterovic(QEPD), de quien heredamos la tarea incansable de la dignificación y justicia en la labor penitenciaria. A nuestros socios, el saludo solidario y nuestro renovado compromiso por la lucha de vuestras demandas y derechos.
Atte. Uds.
PEDRO HERNANDEZ PEREZ BORIS HENRRIQUEZ MONSALVEZ
Directivo Nacional ANFUP Directivo Nacional ANFUP
OSCAR BENAVIDES MILLAPAN OSCAR MARTINEZ FREDEZ
Directivo Nacional ANFUP Directivo Nacional ANFUP
RETROSPECTIVA HISTÓRICA DEL DESARROLLO DE ANFUP EN EL SISTEMA PENITENCIARIO CHILENO:
El sistema penitenciario Chileno, durante años ha venido sufriendo una sistemática postergación, y marginación de las grandes discusiones de la política y el debate público, enfrentando así un histórico retraso en la modernización de su infraestructura, reglamentación, y de la asignación de los recursos humanos para su correcto funcionamiento, demostrando con ello la carente o casi nula rehabilitación fin ultimo de la institución. Así los Gobiernos, en los distintos periodos históricos de nuestro país, han adoptado un actitud reactiva respecto de la problemática endémica de las condiciones carcelarias.
Así, el sistema penitenciario, representado por el servicio de prisiones entre el año 1911 al 1974, y posteriormente, Gendarmería de Chile, serán la institución encargada de la ejecución de los penas de reclusión y alternativas en el país. Institución que recibirán las consecuencias de las distintas políticas en materias del combate contra la delincuencia. Así la problemática carcelaria se centra en 4 grandes pilares; la infraestructura, la normativa vigente, la población penal y el recuerdo humano destinado a la función penitenciaria.
Nace en 1960, y a propósito de la coyuntura de los tratados internacionales sobre tratamiento de la población penal recluida, la instancia que posibilita que el sistema penitenciario sea considerado en adelante una institución publica, ya alejada con ello de su génesis represiva y de vinculación militar y policial. Con lo anterior, los trabajadores del sistema penitenciario, en este nuevo escenario podían asociarse gremialmente, abriendo así un espacio de participación, demanda y reivindicación de sus postergadas necesidades.
En este contexto y compartiendo todas las postergaciones y precariedades del sistema, surge la figura del funcionario de prisiones, agente del estado, generalmente seleccionado desde las filas del ejercito(servicio militar obligatorio), cuyo requisito era esencial para el ingreso a la institución, y que por otro lado, acrecentaba la perpetuación del sistema represivo en las cárceles del país. Esto, se sumaban los exiguos sueldos, escaso reconocimiento social y carencia absoluta de incentivos al perfeccionamiento y proyección profesional, lo que se agravaba con las nada aceptables condiciones laborales de los funcionarios, los que debían someterse a extenuantes turnos de hasta 30 días en los recintos, en los que no podían salir. No conforme con lo anterior, a esa fecha se aplicaba el código de disciplina del personal, resabio de su origen castrense, el que era aplicado a estos agentes del Estado ante la infracción de las reglamentaciones internas, entre las que se incluían sanciones como el arresto en el cuartel.
Así la relación entre recluido y custodio era de una violación permanente a los derechos, en el caso de los presos, a sus derechos humanos y en el caso de los custodios a sus derechos laborales básicos. Esta relación de anormalidad permanente, se sostiene sobre tres grandes pilares, el hacinamiento, en segundo lugar la constatación de una practica habitual de apremios ilegítimos a reclusos y en tercer lugar las condiciones laborales de los funcionarios.
EL INICIO DEL MOVIMIENTO GREMIAL EN EL SISTEMA PENITENCIARIO CHILENO:
La definición del rol resocializador a propósito de los tratados internacionales, post segunda guerra mundial, el Tratado de Ginebra, sobre normas de reclusión definen la nueva identidad del sistema penitenciario chileno, el de ser una “institución pública” y con ello nada más alejada de los antiguos modelos militares y policiales impuestos y con ello abriendo las puertas para que las nacientes organizaciones gremiales del sector públicos puedan instalarse en las distintas instituciones del Estado. Es así que en 1960, y de la mano de Clotario Blest y Tucapel Jiménez, nace la primera Asociación de Funcionarios Públicos en el sistema penitenciario Chile, la ANFUP ( Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios),con su legendario fundador don Milenko Mihovilovic.
Los legendarios fundadores, trabajadores del servicio de prisiones, encabezados por el egresado de derecho de la Universidad de Chile, el administrativo Milenko Mihovilovic, junto a Mario Jacinto Márquez, Pedro Encina Saavedra y Alfredo López Cea, dieron vida a la ANFUP , poniendo la cuota de justicia para el respeto y la dignidad de los trabajadores penitenciarios que se mantiene hasta hoy.
Parte entonces el movimiento gremial en el sistema penitenciario, con una clara identidad reivindicativa de los derechos del personal penitenciario y sus familias, intentando aminorar la postergación histórica del personal Penitenciario Chileno, primero en términos remuneracionales, del reconocimiento social y también de la conquista de los derechos básicos, como el del descanso después de la jornada laboral y la justa remuneración de las horas trabajadas.
Se logra así conquistar, en alianza de la recién conformada ANEF, beneficios tales comos los quinquenios penitenciarios, el derecho al voto de los gendarmes y la eliminación de la medida de arresto en el cuartel.
Aquí se hace necesario señalar, que Gendarmería de Chile es cofundadora del la Dirección de Previsión de Carabineros de Chile, siendo el aporte de los funcionarios del servicio penitenciario vital para lograr su inicial funcionamiento e implementación, momento desde el cual el personal del Servicio Prisiones es adscrito a los beneficios de este sistema.
El advenimiento de la dictadura militar en el año 1973, significó también la persecución y represión del movimiento gremial en el sistema penitenciario, así a la ANFUP se le eliminó su personalidad jurídica, así como la expropiación de sus propiedades, y la sistemática persecución y tortura de su dirigentes. En el mismo orden de ideas, la institución, su personal, sufren como toda la sociedad Chilena por las imposiciones de un gobierno facto, que mutila y desarticula todo avance en materias de derechos, tratamiento y rehabilitación de la población penal, y con ello reponiendo y reafirmando nuevamente en sus agentes su rol históricamente represivo. Para ello, transforma la estructura del liderazgo del establecimiento y divide las plantas del sistema de prisiones entres grandes grupos, Oficiales, quines de ahí hasta la fecha son quien administran el sistema, la de sub-oficiales, que es la rama operativa y de tratamiento y la profesionales, técnicos y administrativos. Reinstala así la dictadura militar una estructuración seudo-militarista, no deliberante y obediente en una institucional originalmente orientada al tratamiento y la rehabilitación y que se dará de ahí en adelante a la simple contención de la población penal de los recluidos en el sistema. En este periodo el movimiento gremial es acallado por los organismos de seguridad instalados ahora en el servicio de presiones.
El gobierno de facto, ya sin el contrapeso natural de la ANFUP y en un claro desprecio por la función del personal del servicio de prisiones y dado además los ajustes al gasto fiscal, recorta y disminuye las remuneraciones y benéficos sociales de los funcionarios, sacando al personal del Servicio de Prisiones del sistema de la DIPRECA , así mismo, reorienta su identidad, cambiando su uniforme, e incluso el nombre a la institución, la que acontar de esos años será conocida como Gendarmería de Chile.
En este sentido, la ANFUP , establece una suerte de resistencia desde la ideas, reuniendo y acumulando fuerzas desde sus colaboración estrecha con la ANEF y La CUT , estableciendo alianzas de colaboración con los legendarios Clotarios Blest, Tucapel Jiménez y Manuel Bustos, gremios y sindicatos de los cuales Milenko era Vicepresidente Nacional.
EL RETORNO A LA DEMOCRACIA :
Con el retorno a la democracia y caída de la Dictadura Militar , la ANFUP se rearticula y se da a la tarea de la recuperación de los beneficios perdidos, generándose el proceso del renacer, esto con nuevas y renovadas fuerzas, logrando en sus primeros años de gestión la recuperación de beneficios como la Ley 19.195 que adscribió al personal de Gendarmería al Sistema Previsional de Dipreca y la Ley 19.538 que establece la Asignación de Turnos para el Personal de Gendarmería, ambos vitales para el mejoramiento del salario. Pero la tarea de la motivación a participar en el movimiento gremial constaría años de sacrificio, pues el proceso de la re-educación para la participación de los procesos democráticos requeriría también el despojarse del estigma, por una lado de un sociedad que ponía en igualdad de condiciones a los presos y los Gendarmes y por otro lado los profundos cambios que significaban cambiar las perspectivas de los liderazgos institucionales, pues durante estos años los directores del servicio fueron oficiales de ejercito y de carabineros, los que eran asignados a una labor que a todas luces despreciaban y cuya principal labor fue la eliminación de la deliberancia en la institución penitenciaria.
Su labor reivindicativa más fructífera se concentró en la recuperación del sistema de previsional al que se encontraban adscritos antes de la dictadura militar, cual era DIPRECA, el aumento de la dotación de funcionarios vía la demanda de proyectos de ley que aumentaban las plantas y el mejoramiento del sistema de jubilaciones del personal.
EL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN RECLUIDA , LA CRISIS CARCELARIA , LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y EL COMBATE A LA CORRUPCIÓN :
Más allá del fin de la sociedad, un mundo con reglas propias se levanta desde el encierro, inmune a los derechos ya difusos de la democracia actual. La cárcel se ha posicionado hoy como la herramienta exclusiva del Estado para enfrentar el delito, con gobiernos que insisten en construir más celdas y endurecer los castigos. En la última década, la población carcelaria en Chile ha aumentado en un 75%.
La realidad carcelaria de Chile -con la mayor tasa de presos en Latinoamérica por cada 100 mil habitantes, según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)- suele ser focalizada a la miseria del hacinamiento y el olvido de los derechos humanos de quienes están encerrados. Sin embargo, cuando el explosivo aumento de la población penal entre el año 1998 y 2008 ha alcanzado el 75%, de acuerdo a las cifras oficiales.
En este contexto se suceden los hechos de muertes, riñas y peleas, lo que acrecentaban la dudas respecto de el actuar de los agentes del Estados llamados a la mantención del sistema. Así el movimiento gremial en el sistema penitenciario debe enriquecer su demanda puramente reivindicativa y agregar al discurso la demanda de aquellos que no tenia vos, la de los presos bajo su custodia, en especial la de la promoción de los derechos humanos por una lado, dada las insostenibles condiciones de los recluidos y por otro lado hacerse cargo de enfrentar una discusión largamente postergada, el combate de la corrupción en los recintos carcelarios.
En el mismo orden de ideas, dados los riegos y recurrentes agresiones sufridos por los funcionarios de Gendarmería de Chile, ANFUP logra concretar la ley que penaliza la agresión en y con ocasión del servicio, cuerpo jurídico que finalmente establecer una herramienta disuasiva en contra los agresores de nuestros funcionarios. Se hace presente que anterior a este hito, eran los funcionarios afectados los que debían recurrir ante los tribunales correspondientes, los que con sus propios recursos debían presentar las querellas. Con este logro, de allí en adelante, será el Director Nacional, quien por obligación deberá recurrir ante los tribunales en defensa de sus funcionarios.
Así y después de un proceso de acumulación de injusticias, postergaciones y atropellos, y por otro lado, el incontenible crecimiento de la población penal gatillado entre los años 1998 al 2008, la que atiborró las cárceles de país, la ANFUP logra liderar la épica paralización de actividades del año 2009, y que culminó con la concreción del proyecto de ampliación de las plantas de Gendarmería de Chile, la que permitió aumentar la dotación de funcionarios y algunos mejoramientos de la carrera funcionaria. En este sentido, la ANFUP escribe en el movimiento gremial Chileno una pagina llena de compromiso, postergación y abnegación, que sin duda alguna ha beneficiado, no solo a los Gendarmes, sino también a la sociedad Chilena, pues el actuar de ANFUP, trasladado a las arenas del mundo parlamentario, del Ejecutivo, académico y social, ha puesto en la justa relevancia la problemática del sistema penitenciario.
En este sentido, el movimiento gremial incluye ahora en su demanda y discurso la cuestión de los derechos humanos, denunciando en las distas instancias las infrahumanas condiciones de reclusión de los recluidos, en el entendido de que las mejoras de infraestrsutura y , reglamentación y dignificación de la reclusión impactan directamente en las condiciones laborales de los funcionarios.
Por O. Benavides.